Juan David Castilla Arcos / Pacho Viejo Mpio. de Coatepec, Ver. Claudia no pudo dar una visita conyugal ni ver personalmente a su esposo Roberto, durante este Día del Padre en el penal de Pacho Viejo, municipio de Coatepec.
La señora indicó que la pandemia del Covid-19 impidió el contacto entre los reclusos y sus familiares.
Lo único permitido fue la entrega de un obsequio que lucía con un globo rojo en forma de estrella afuera del Centro de Reinserción Social (Cereso), ubicado a unos 13 kilómetros de la capital del estado.
«Ahorita no hay visitas, está restringida la visita, tanto íntima como la visita normal. Toda la semana sí le puedes venir a dejar comida, ropa».
Los artículos debían ser entregados al personal de trabajo social en el penal, en un módulo que se encuentra casi en la entrada.
«Les dejamos dinero, ropa, comida, lo que necesitan, se los dejamos a los de trabajo social y ya ellos se los entregan allá adentro».
Claudia comenta que sí se están aplicando las medidas en el Cereso para evitar contagios, pues existen filtros sanitarios y a toda persona que ingresa para dejar artículos, se le checa la temperatura corporal y es rociada con líquido desinfectante.
«Uno les trae el cubrebocas, el gel antibacterial (a los reclusos) sobre enfermos no puedo comentar nada».
La señora solo pudo comunicarse con su marido a través de videollamadas, pues el penal cuenta con un módulo específico para ello.
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