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Retos del Sistema Educativo post-pandemia

Ricardo Aguilar Gordillo* / La crisis que estamos viviendo cimbró las estructuras en las que descansan nuestro orden mundial, incluso países cuyo sistema político, económico y social es sólido como Europa y Norteamérica resintieron las consecuencias de una pandemia que todavía asola en el mundo. Ahora más que nunca se hace realidad la teoría de la “sociedad líquida” del visionario filósofo  Zygmunt Bauman.

El sistema educativo no fue la excepción, millones de niños y adolescentes tuvieron que suspender sus actividades escolares, rompiendo con ello una dinámica de aprendizaje que quizá no logren recuperar en mucho tiempo y que mellará el desarrollo de sus capacidades no solo educativas, sino de convivencia y formación social.

Ante ello, los gobiernos se vieron urgidos a implementar acciones extraordinarias para seguir funcionando ante un escenario para el cual no estaban preparados, demostrando con ello las falencias del sistema educativo que hoy significan un reto que atender.

En ese sentido resulta importante identificar algunos aspectos que urgen ser incluidos en la política educativa nacional, con la finalidad de evitar que nuevamente un posible brote de COVID-19 o incluso otra emergencia pueda frenar el desarrollo educativo de nuestro país:

Inversión en tecnología. Es un punto toral en la readecuación de la política educativa nacional. Si bien es cierto que hoy existe una plataforma tecnológica que ha servido de base para impulsar proyectos como Aprende en Casa, es urgente brindar las condiciones tecnológicas para que cada vez más gente tenga acceso a los mecanismos de educación a distancia. No solo se trata de tener acceso a internet, sino de equipar integralmente al Sistema Educativo para lograr una verdadera democracia tecnológica.

Continuidad a los proyectos de capacitación digital. En este sentido, resulta prioritario reorientar los proyectos de capacitación en la agenda de profesionalización. La pandemia dejo claro que pese a los esfuerzos que se han hecho en la materia, un gran porcentaje de la población magisterial no ha desarrollado habilidades digitales básicas para incorporarse a los nuevos escenarios educativos.

Mejoramiento de la infraestructura escolar. Este es un tema básico aún pendiente. Miles de escuelas carecen de servicios de agua potable y luz necesaria para lograr las mínimas condiciones de higiene y evitar que niños y niñas se encuentren en un foco de infección. Lograr que las escuelas garanticen esas condiciones deberá ser un reto a impulsar de cara al próximo inicio de clases.

En conclusión, estos son solo algunos de los temas pendientes que nos ha dejado de manifiesto la pandemia del COVID-19 en materia educativa.

Seamos optimistas y tomemos a la crisis como la gran oportunidad que tiene México y su sistema educativo para acumular nuevos aprendizajes. Ésta será nuestra mejor enseñanza y seguramente redundará en vigorizar nuestra educación y devolver la confianza a maestros, padres de familia y millones de estudiantes que deben regresar a las escuelas con la seguridad de que estarán bien.

Aterrizar estos aprendizajes y las enseñanzas que nos dejará la crisis de la pandemia, como siempre, está en manos de los maestros, los que viven el día a día en el salón de clases. No esperemos a las dirigencias sindicales que han permanecido inertes. Ellas solo saben tirar línea y ver por sus intereses personales. Es hora de transformar a México.

 

*Profesor normalista, ex Secretario de Educación de Chiapas.

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