Se sabe que el propio presidente de la República fue consultado por Santiago Nieto Castillo, titular de la poderosa Unidad de Inteligencia Financiera y que finalmente fue el que dio luz verde para proceder en contra de la que en tiempo anterior fue una de sus consentidas. Y es que, para mala suerte de Yeidckol Polevnsky, las elecciones que pudieron ser un mero trámite para que pudiera seguir como presidenta de Morena, fueron un verdadero chiquero de irregularidades, razón por la cual la autoridad suprema determinó que hubiera un comité ejecutivo de manera interina.
De manera que el CEN de Morena inició el 10 de junio una auditoría a la gestión de Polevnsky desde 2017, cuando llegó a la presidencia del partido, para aclarar la compra de inmuebles y pagos por 809 millones de pesos. En otras palabras, a la Polevnsky la agarraron en pleno vuelo y con las manos en la masa. Así que para curarse en salud y para mandar el mensaje de que en Morena aún respetan el credo de no mentir, no robar y no traicionar, el sumo sacerdote de la 4T determinó que Yeidckol Polevnsky sea sacrificada.