Armando Ortiz / La intención del gobernador Cuitláhuac García con el presidente de México fue la de un vil lamebotas, la de un “quedabien”; quiso demostrarle Cuitláhuac García a López Obrador que él es capaz de envolverse en la bandera de México y lanzarse desde el balcón del Castillo de Chapultepec. El estulto gobernador dijo en su discurso durante la visita de AMLO en Xalapa, Veracruz: “Sinceramente se me hace una intención como golpista, separatista, esa es la palabra. El hacer grupos para empezar a diferir de una estrategia que es nacional. Frente a la pandemia no podemos separarnos, tenemos que unirnos”. Por supuesto acusaba Cuitláhuac García a los gobernadores que se agrupaban para hacer un frente común ante las decisiones del presidente de México, decisiones con las que no están de acuerdo. Cuitláhuac pensó que AMLO le iba a poner una estrellita en la frente; pensó que esa noche López Obrador acudiría a su recámara para darle el beso de las buenas noches a su hijo discapacitado consentido. Pero no, antes bien López Obrador lo contradijo. El presidente, muy consciente de lo que su estulto pupilo estaba a punto de encender, prefirió apagar el fuego, aunque eso significase poner en evidencia la estulticia de Cuitláhuac García: “Yo no diría que es un agrupamiento golpista, ni siquiera diría -con todo respeto a lo que expresó el gobernador de Veracruz-, porque no están planteando desprenderse de la República Mexicana; consideró que todos tienen derecho a manifestarse, además de que se tiene que respetar el derecho a disentir, por lo cual nadie se debe incomodar ni tener la piel así muy delgadita como para no resistir hasta insultos”. ¿Así o más pobre el diablo?
“Sólo atiendes a la mamá del Chapo cabrón, pero a nosotros no”; AMLO no se detuvo para atender a madres de desparecidos
En Minatitlán el presidente de México no se detuvo para atender a las madres de desaparecidos, antes bien el chofer del vehículo en el que viajaba el presidente aceleró y casi pasa por encima de las manifestantes. Esta vez en la Academia El Lencero el presidente de México no aceleró, no pasó por encima de las madres de los desaparecidos, pero no se bajó a atenderlos. Por supuesto, no sólo eran madres de desaparecidos, otros le reclamaron a López Obrador que el gobierno de Veracruz tenga entre sus funcionarios a dos ladrones. Pero las que más reclamaron y se sintieron con el presidente López Obrador fueron las madres de los desparecidos, esas a quienes prometió que no iban a estar solas, a esas a quienes prometió que se les iba a hacer justicia. Pero esta vez las madres querían que el presidente de México se bajara y las escuchara; pero López Obrador no se bajó. Fue entonces que le gritaron: “Sólo atiendes a la mamá del Chapo cabrón, pero a nosotros no”. Quedó en la memoria colectiva de los mexicanos ese momento en que López Obrador se bajó de su camioneta para dirigirse al vehículo de doña María Consuelo Loera Pérez, la madre de Joaquín El Chapo Guzmán, uno de los responsables de cientos de las muertes de muchos jóvenes que dejaron a sus madres buscando justicia por ellos.
¿Sigue siendo Xalapa “obradorista”? Decenas de lonas en pasos peatonales dicen que sí; ¿usted qué dice?
En redes sociales acusan que la administración del alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez, colgó en los puentes peatonales decenas de lonas con la leyenda: “Xalapa es obradorista”. Decenas de carteles que tuvieron un costo que sólo falta se lo hayan cargado al erario público. Si estos carteles se hubieran colgado hace dos años nadie dudaría de lo que dicen. Pero estamos a mediados del 2020, con 18 meses de gobierno de López Obrador, 18 meses del gobierno de Cuitláhuac García y ya casi tres años del gobierno de Hipólito Rodriguez. Ha pasado tiempo suficiente de estos tres gobernantes morenistas como para que los xalapeños, que en 2018 votaron por Morena, reflexionaran si hicieron bien. Un termómetro del sentir de los xalapeños se puede apreciar en las redes sociales. Queda claro que el apoyo al alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez ha disminuido considerablemente; el apoyo al gobernador Cuitláhuac García ha disminuido notablemente; el apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador, en menor grado, pero también ha disminuido. Es por ello que resulta difícil aceptar la aseveración de que Xalapa siga siendo “obradorista”. ¿Usted qué opina?
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