También hubiera sido creíble esta mañanera si por ahí hubiera estado Armando Ortiz remachando sobre el nepotismo en el estado, hubiera estado interesante escuchar a un Mussio Cárdenas, cuestionando al gobernador sobre las estadísticas fatídicas de muertos y secuestrados en Veracruz.
Sin embargo, el Gobierno del Estado no podía exponer al considerado el gobernador más bendito entre todos los benditos. Es lamentable que ninguno de los “privilegiados” de estar presente esta mañana con el presidente en las instalaciones del campo militar de El Lencero, no hayan tenido los arrestos suficientes para cuestionar temas que son de interés primordial para los veracruzanos.