Como hemos visto, el Covid-19 no respeta sexo, raza, condición social o preferencia política. Si una persona se descuida, la enfermedad nos puede dar. Además, estar infectado no significa que se ha recibido una sentencia de muerte.
Por supuesto, sí atemoriza saber que México, a diferencia de otros países, tiene el índice de letalidad más alto. Esperemos a que esos diputados, como ya lo han hecho otros funcionarios, salgan a los medios para dar la cara y comunicarnos que se han contagiado de coronavirus. Nadie los va a juzgar por eso.