Cuitláhuac y el miedo a la revocación

Cuitláhuac García Jiménez FOTO: WEB
Hasta cabildos morenos apoyan consulta
Que Nahle estaría contra Gobernador

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / AUNQUE EL límite para que los cabildos aprueben o no la reforma a la Constitución Política del Estado que, entre otras cosas, cancela la consulta para la revocación de mandato del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y de otros representantes populares, vence hasta el 31 de Julio, lo cierto es que el Congreso local se las está viendo negras para obtener el visto bueno de los ayuntamientos, sobre todo de los considerados grandes, incluso de aquellos que mayoritariamente forman parte del Movimiento de Regeneración Nacional como el de Coatzacoalcos, donde de plano le hicieron “fuchi” a los fundados recelos del mandatario estatal que se aferra con las 20 uñas a un puesto para el que no estaba calificado y, mucho menos, preparado, lo que ha motivado una explosión de la inseguridad, el desempleo, la violencia incontenible en robos, asaltos, extorsiones, secuestros y feminicidios, aun cuando su trillada frase indica que nada quedará impune. La intención inicial era solo reducir el 50 por ciento el financiamiento de partidos de cara a la elección del 2021, sobre todo, por la austeridad a la que obliga la crisis del CoVid19, pero el mandatario aprovechó para blindarse usando a sus aliados y al partido que, no de manera gratuita, le concede todos sus caprichos. No es secreto que para declarar la constitucionalidad de la revocación, la Legislatura necesita al menos el voto a favor de 107 Cabildos, pero MoReNa no la ha tenido fácil, por más traiciones que consumen regidores de otros institutos a cambio de favores, ya que mientras por una parte en el congreso aseguran que ya tienen 80 municipios, lo cierto es que van alrededor de 60, y cada día se suman más sorpresas, sobre todo porque los ediles a convencer ya entendieron que se trata de un gran negocio al que podrían sacarle mucha raja, y como la Aventurera del siempre bien recordado “Flaco de Oro”, Agustín Lara, venden caro su amor.

POR LO pronto se sabe que hay municipios como el de Coatzacoalcos, con cabildo mayoritariamente morenista que dijeron no a la reforma, acaso con la esperanza por parte de Rocío Nahle, de que Cuitláhuac García Jiménez sea, finalmente, echado del cargo, y colocarse en la línea de bateo para cubrir los casi cuatro años restantes que no son nada despreciables, pues de otra manera no se explica que un cabildo que ella controla, y que desde el alcalde hasta el último regidor le obedecen ciegamente, hayan rechazado aprobar el blindaje a García Jiménez, lo que ya evidencia el rompimiento que se está dando al interior de ese instituto. Llama, también, la atención que Córdoba le haya dado para atrás, cuando se supone que la alcaldesa Leticia López Landeros es aliada del secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos que, por otra parte, es empleado o vasallo de Rocío Nahle, lo que mete más pestilencia a un asunto que al menos en los ayuntamientos morenistas y en los aliados del afamado “Bola Ocho” no debería fallar, salvo que estén recibiendo órdenes en contrario, algo que no engloba un mensaje positivo para el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, el hombre “más honesto” que jamás haya existido en el solar jarocho, incluido don Adolfo Ruiz Cortines, que ya es mucho decir.

OTROS CABILDOS que ya le dieron la espalda al Congreso son los de Veracruz, Boca del Río, Perote, Coatepec, Naranjos, Álamo, Boca del Río, Rodríguez Clara, José Azueta, Fortín, Martínez de la Torre, Tuxpan y Tihuatlán, entre muchos otros, y acaso en un gesto de dignidad antes de que pudiera ser avergonzado, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez debería apelar a su derecho de veto y enviar al Congreso una contra iniciativa en donde pida que la consulta para la revocación de mandato siga vigente, lo que seguramente le daría buena aceptación al ser congruente entre la propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador –que tanto incienso le echa- y la decisión de someterse a la voluntad popular.

AUN SE recuerda cuando días después de aprobada la reforma que deroga la consulta pública para la revocación de mandato, Cuitláhuac García Jiménez –ante las críticas que se oyeron por todas partes- se hizo el interesante argumentando que desconocía lo que aprobaron los diputados, pero que estaba dispuesto a someterse al sondeo social para que los ciudadanos puedan o no revertir su gestión. Su “blindaje” había provocado, incluso, la expulsión de tres diputados caracoles (por arrastrados y babosos) que desoyeron a sus propios partidos y se prestaron al juego de los MoReNos que, por supuesto, no fue gratis. Lo que llama la atención es que Cuitláhuac, aunque tiene en sus manos la posibilidad de vetar el acuerdo, simple y llanamente no lo hace argumentando una y otra vez que no ha leído la propuesta que presentó el grupo mayoritario de MoReNa en la Legislatura del Estado, algo que resultaría inconcebible si es cierto, y reprobable si mantiene el discurso del engaño, lo que le convertiría en deshonesto. El pasado 16 de Marzo, García Jiménez anunció en conferencia de prensa que enviaría al Congreso local una iniciativa para reformar la ley electoral y “reducir el gasto en las elecciones de Veracruz”, pero nada dijo de la derogación de la consulta popular para la revocación de mandato que le favorece, por lo que atribuyó todo lo demás al grupo mayoritario de Morena que agregó cambios al artículo 15 de la Constitución, lo que le blinda, y aunque tiene la facultad de echar abajo el acuerdo, no lo hace porque así le conviene, a sabiendas de que una consulta no la gana ni yendo a bailar a Chalma. Por esa razón, veracruzanos que saben lo que es mantener este gobierno estatal como hasta ahora, se manifiestan en contra de lo que avalaron los serviles diputados locales para evitar la revocación de cargos de elección popular.

ES CLARO que se violentaron los derechos electorales conquistados por el pueblo y consagrados por la Constitución, ya que se despoja a los ciudadanos de la facultad de revocarles el cargo a los malos alcaldes, diputados, senadores y al gobernador. Y como los diputados de MoReNa hacen como que la Virgen les habla, ya le enviaron un oficio al presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín y al propio gobernador García Jiménez en el que demandan la corrección de la reforma, texto que será llevado al Presidente Andrés Manuel López Obrador. Y es que no se puede justificar la adecuación por motivos de “austeridad republicana”, y por ello exigen al mandatario ejercer su veto y devolverla al Congreso para que los legisladores analicen y presenten otras soluciones, y a los cabildos municipales emitan un voto en contra y rechacen todas las recomendaciones o intimidaciones de los representantes o enviados de grupos de la élite corrupta del poder, y se reivindiquen así ante el pueblo. A ver qué pasa…OPINA [email protected]

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