No se puede estar del lado de los anarquistas. La violencia que estos grupos generan es reprobable por donde se les vea. Con la excusa de una falta salen a las calles a causar destrozos, daño y pérdidas a el sector público y al sector privado. Pero, como si no bastaran esos destrozos sin causa, también son ladrones los anarquistas. Circulan fotos en redes sociales de un grupo de mujeres anarquistas, de esas que participaron en la manifestación para protestar por el abuso policial en contra de la joven Melanie, que entraron a una tienda de Adidas en el Centro Histórico de la Ciudad de México, robaron ropa, tenis y salieron a repartirse el botín.
¿Dónde quedó su causa? ¿Dónde quedó la protesta contra el abuso policiaco en contra de una de sus compañeras? Queda claro que el propósito de este tipo de manifestaciones no es legítimo, el propósito es vandalizar y poner en evidencia a una policía capitalina que sólo ha dado muestras de ineptitud y una equívoca tolerancia.
No son anarquistas, son ladrones; no tienen una causa, son delincuentes. Mientras el gobierno no cambie su actitud en contra de estos grupos, cada que estos anarquistas sientan necesidad de conseguir algún bien, saldrá a la calle a protestar por lo que sea para robar aquello que necesita.
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