Seguido de esto, el padre se siguió derecho como si nada hubiera pasado. Luego de irse el sacerdote, Norelia llevó inmediatamente a su can al veterinario. Sin embargo, Norelia llego demasiado tarde, pues, los médicos le informaron que antes de poder llegar al hospital, su perro había perdido la vida debido a toda la sangre que perdió por el machetazo.
Tras esto, activistas de la asociación animal pidieron justicia por la muerte del perro y un castigo por parte de las autoridades hacia el padre Kazimierz “N”, incluso ofrecieron asesoría legal en caso de que el problema llegara a un juzgado. Al final al padre de la iglesia Kazimierz “N” se le olvidó el respeto que se debe tener a toda criatura viva, incluso a los animales