Armando Ortiz / Está claro que Morena sólo quería el voto de los mexicanos para hacerse del poder, no para generar un cambio, ese que ellos llaman de la Cuarta Transformación. Muchas de las banderas políticas que alzaron, muchos de los reclamos que esgrimieron han quedado en el olvido. La gasolina ya volvió a subir, porque depende del mercado internacional, no de la voluntad de un gobierno que busca beneficiar a sus ciudadanos. Tampoco bajaron las tarifas de luz como se había prometido, antes bien subieron. Se esperaba que al menos, con la cuarentena obligada por la pandemia del coronavirus, las tarifas de luz bajaran o se moderaran. Muchos mexicanos, buscando evitar más contagios, se quedan todo el día en casa, lo que ha significado más gasto de luz. En otros países eso se está tomando en consideración, y hay quienes ni siquiera están cobrando el servicio de luz. Pero en México no, en México ya lo dijo la secretaria de Energía, Rocío Nahle, la de los multimillonarios contratos a su compadre: “No va a cambiar su tarifa, porque antes cambiaba, si te pasabas de la cantidad te cambiaban a la siguiente tarifa alta, ahorita no, no hay cambio de tarifa”. A muchos mexicanos que se han quedado sin empleo les están llegando recibos por miles de pesos, miles de pesos que no tienen, y que si tuvieran los ocuparían para alimentarse. Pero así de considerada es la zacatecana que quiere ser gobernadora de Veracruz.
AMLO, un día antes del Día de la Libertad de Expresión da a entender que no hay espacio para disentir; “o se está con la transformación o en contra”
El presidente de México se vuelve a equivocar, y suelta frases que lo confunden con un dictadorzuelo. En Minatitlán soltó lo que tiene en el corazón y usted sabe lo que dicta la máxima bíblica: “De la abundancia del corazón habla la boca”. Molesto porque no todos coinciden con sus ideas, molesto porque le gustaría que todo mundo aplaudiera sus decisiones, el presidente de México fue enfático y por ello utilizó las palabras de Melchor Ocampo, un liberal, a los conservadores: “No hay para donde hacerse: o se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país”. Esto quiere decir que o se aplaude al presidente o mejor no entremos a ver la función. Ahora bien, López Obrador cree que todos los funcionarios de su Cuarta Transformación están actuando como él. Pero no, a estas alturas en el gobierno de la 4T, encontrar un funcionario honesto es como buscar una aguja en un pajar. Sobra entonces que diga: “Se está por la honestidad y por limpiar a México de corrupción o se apuesta a que se mantengan los privilegios de unos cuantos a costa del sometimiento y del empobrecimiento de la mayoría de los mexicanos. Es tiempo de definiciones”. Este domingo se conmemora el Día de la Libertad de Expresión, y el presidente nos dice que no hay espacio para disentir.
Asesinan al hijo de Francisco Navarrete; padre e hijo fueron detenidos por la desaparición de 5 jóvenes en Tierra Blanca. Los dos fueron ejecutados
Está de antología la fotografía del gobernador Cuitláhuac García junto con Francisco Navarrete Serna, a quien ahora el gobernador reconoce como miembro de la delincuencia organizada. El día 29 de mayo asesinaron al “amigo” del gobernador, el director del “Sol de Tierra Blanca”. Lo asesinaron en un salón de eventos mientras transmitía por Facebook un evento musical. Ocho días después asesinan al hijo, un joven de 26 años de edad llamado Francisco Navarrete Abrahán. El joven fue abatido dentro de su camioneta Toyota color café. Los hechos ocurrieron cerca de las 14:30 horas enfrente de la refaccionaria Kiko’s a un lado de la carretera federal 145 Tinajas-Cd. Alemán en el municipio de Tierra Blanca, Ver. Tanto padre como hijo estuvieron detenidos en relación a la desaparición de 5 jóvenes que habían salido de una fiesta en Boca del Río, pero que fueron interceptados por elementos policíacos en Tierra Blanca. Sobre la muerte de Francisco Navarrete Serna el gobernador dijo que se trataba de rencillas entre grupos de la delincuencia organizada; no se acordó Cuitlahuac García que semanas antes se había tomado fotos con el occiso.