El cáncer que está medrando la salud del gobierno de Cuitláhuac García es el nepotismo, entiéndase este como: “Trato de favor hacia familiares o amigos, a los que se otorgan cargos o empleos públicos por el mero hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos”. Desde el inicio de la gobernación del hijo del Profe Atanasio, se dieron estos casos. Comenzado con el propio gobernador que puso en la secretaría de finanzas, a Eleazar Guerrero. Libertad Bajo Palabra lo pudo comprobar con una investigación muy minuciosa y con las actas de nacimiento en mano.
Todavía de manera imprudente el secretario de gobierno, Eric Cisneros en su papel de “quedabien” salió a decir: “Para empezar no hay apellidos que sean iguales… nepotismo en el gobierno pasado en donde el gobernador y sus hijos eran promovidos, eso sí era nepotismo…”. La misma Mercedes Santoyo Domínguez, Contralora General del Estado ha reconocido que existen 17 casos de nepotismo. Desde luego que sabemos que esa cifra es simbólica, ya que entre los funcionarios del gabinete morenista, se hacen cruce de favores para poder colocar a sus familiares en las diferentes dependencias, estrategia que usan, para poder burlar la ley.
Sólo basta echar un vistazo a la Secretaria de Educación donde el propio secretario de Educación Zenyazen Escobar, ha colocado a su sobrina y familiares en puestos claves. El propio encargado de las delegaciones regionales, nos referimos al sujeto apodado “el Jarocho”, quien puso a sus tías en la delegación de Coatzacoalcos y a sus sobrinas en puestos claves en la SEV. Y qué decir de Moisés Pérez Domínguez, quien ha colocado a sus familiares en varias dependencias. ¡Total!, han de decir, sino es ahora cuando.
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