Sin embargo, como rezara el dicho, “la tercera es la vencida”. La ex trabajadora de la salud fue condenada a tres años de prisión por causar daños a la salud de sus excompañeros; vale mencionar que pese a que se encontraran pruebas que inculparan más a la enfermera, la fémina se declaró inocente ante el juez.
En las pruebas se descubrió que las galletas y el café estaban revueltos con Oxazepam, una benzodiazepina que se ocupa para tratar pacientes con mucha ansiedad y personas con síntomas de abstinencia del alcohol. Los compañeros de la alemana, luego de ingerir las galletas y el café, afirmaron sentirse mareados, con una visión doble, hasta que finalmente se desmayaron. Uno de los agraviados presentó una reacción mortal, por lo que las autoridades la acusaron de intento de homicidio, pero al no encontrarse tal intención, los fiscales desestimaron esta acusación.