Sergio González Levet / Dicen los cardiólogos que uno de los síntomas que presenta alguien en riesgo de sufrir un infarto agudo al miocardio, es tener miedo a padecerlo.
Si usted, Dios no lo quiera, anda desconsolado porque cree que en algún momento su segundo órgano favorito le puede fallar, acuda de inmediato con el especialista. Le va la vida en ello.
Quien teme por su corazón, seguramente ha sentido avisos de que su músculo más importante no está funcionando como debiera, pero al abandonarse al miedo provoca reacciones adversas que lo ponen en mayor peligro.
El temor es una condición que en general hace más endeble al organismo, puesto que debilita todo el sistema de defensas que tenemos para enfrentar las enfermedades producidas por virus o bacterias.
En ese orden de ideas, los miedosos son más proclives a presentar un cuadro agudo ante el contagio del coronavirus.
El sistema inmunológico puede ser afectado seriamente por una personalidad apocada.
Hay que ser valiente, pues, para tener una mejor oportunidad de vencer a la pavorosa Covid-19.
Aquí es necesario distinguir a los temerosos de los precavidos y a los osados de los negligentes.
Si todo lo anterior es cierto para la enfermedad, también lo es para otros ámbitos de la vida. Los medrosos tendrán menos posibilidades de salir de los problemas económicos y familiares en que todos estamos metidos a causa de la pandemia, pues así como el miedo ataca nuestra fisiología se endereza también en contra de nuestro estado de ánimo, de nuestra entereza.
Los tiempos que vienen, las adversidades que ya están encima de nosotros, exigen que estemos en las mejores condiciones de salud física y emocional, y el miedo es un factor esencial que debemos tomar en cuenta.
El mundo se nos cambió de manera intempestiva y brutal, y así tendremos que ser en adelante: intempestivos y brutales, si queremos tener una oportunidad ante la nueva vida.
El miedo es parte de nuestra naturaleza, pero es alimentado también por factores externos. Los sicólogos están recomendando que no veamos tantas noticias sobre la pandemia porque la sobre-información ha terminado por generar miedos crónicos que pueden crear una sicosis colectiva.
Ahí está un enemigo a vencer antes que el maldito virus mutante. Luchemos en casa contra nuestros propios temores y así estaremos mejor pertrechados contra la pandemia.
No es poca cosa.