El coronavirus en los Estados Unidos está dejando una estela de miedo y paranoia que no se había visto desde el ataque a las Torres Gemelas en 2001. El periódico The New York Times relata el caso de algunas personas que han sobrevivido al coronavirus y que sin embargo, sufren el rechazo de sus vecinos por temor a que estás personas sean fuente de contagio.
Relata el NYT: «El día en que Elizabeth Martucci y su hijo de 11 años fueron diagnosticados como recuperados del coronavirus, salieron de su casa en la costa de Jersey, en Estados Unidos, con algo de tiza para dejar un mensaje en la entrada. ‘Somos sobrevivientes de la COVID-19’, escribieron. “Pensé en decirle a todo el mundo: ‘Tuve esto y ahora estoy bien’, solo para mostrarle a las personas que no es una sentencia de muerte”, dijo Martucci».
Sin embargo, lo único que provocó fue rechazo, rechazo como el de una mujer a quien un veterinario no quiso atender a su mascota sólo porque está tuvo coronavirus y se recuperó. Si bien no está comprobado que los pacientes que sobreviven al coronavirus tengan inmunidad, tampoco se les puede ver como apestados, como fuentes de infección. Antes bien, como dice Martucci, ellos son testimonio de que contraer coronavirus no es una sentencia de muerte.
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