Salvador Muñoz / Ser feliz o estar feliz, ahí no hay dilema. El Ser implica un ideal; el Estar, un momento. El desempleado que llega abatido a su casa, sin un centavo en bolsa, con los pies hinchados de tanto caminar sin resultado, puede encontrar un oasis en los brazos de su esposa o en los de su hijo, y sentirse pleno en ese momento. Si alguien entonces le pregunta: “¿Es usted feliz?”, creo que la respuesta es consabida.
La felicidad es tan subjetiva en cada persona que incluso podemos encontrar casos donde el yerro ajeno es generador de esta sensación en el individuo, al grado de placer “malsano” (para algunos) como cuando el Presidente dice un absurdo (muy constante) al grado de convertirse en una figura chespiritesca… muchos se ríen, pero también a muchos les preocupa que alguien en tan alto pedestal, genere tantas incongruencias que sean la felicidad vaporosa de los individuos.
La felicidad, por eso, son momentos… me agrada la idea de que haya países que la midan y que ahora, en México, sea intención quitar el PIB para que entre en su lugar un Índice de Desarrollo y Felicidad…
Si me pongo en los zapatos de AMLO, cuando habla de medir el Desarrollo, habrá de referirse al Desarrollo Humano que tiene tres líneas: la de salud, la de conocimientos y un nivel de vida decoroso… siendo un país con los primeros lugares en hipertensión, obesidad, diabetes y demás linduras, nuestra “Felicidad” está al borde de la cama de un hospital o de una tumba.
En cuestión de conocimientos, donde se habla de la alfabetización de un pueblo así como la matriculación en Primaria, Secundaria, Prepa y Universidad, creo que cada quien puede medir su felicidad no tanto en un título colgado en la pared, sino en función del desempeño de lo aprendido en la vida cotidiana… ¡vamos! puede ser más feliz una repostera que aprendió el arte al lado de su abuela, que un ingeniero conduciendo un taxi… o quizás no… volvemos a lo básico… la Felicidad puede ser tan subjetiva como individual…
¿Un nivel de vida decoroso? Me suena algo así como no tener que estarse tronando los dedos cada mes para pagar los diversos servicios caseros como cel, internet, luz, gas, agua, renta, transporte público o llenar el tanque de gasolina? ¿Ya hizo sumas? Al menos que todo esto se sustituya con una pantalla “decorosa” arriba de las 40 pulgadas, unas carnitas y chelas domingueras, un DVD pirata para ver en familia o viendo un buen partido de futbol… Si usted tiene una vida decorosa, ¡qué bueno!
Ahora que si tratamos el Índice de Felicidad, hay muchos cuestionarios al respecto, pero creo que una pregunta básica más apegada al sentir de un ciudadano o de un gobernado, y sobre todo en este momento, donde 1 es Completamente Insatisfecho y 10 Completamente Satisfecho, es ésta:
–¿Cuán satisfecho está usted en este momento con…
Su salud
Su situación económica
Su empleo u ocupación Sus relaciones familiares Sus amistades
Su tiempo libre
Las condiciones nacionales…
¿Ya lo respondió? La situación que atraviesa el país por la pandemia, el confinamiento y demás circunstancias, podrían respondernos en este justo instante, de manera individual insisto, qué tanta felicidad hay en nosotros…
Aunque para no ir lejos, yo concentraría todo en una sola pregunta simple y llana que podría hablarnos más de nuestro estado de ánimo, de esa sensación de gozo y regocijo espiritual sin esperar el chiste del Chespirito de cada Mañanera: ¿Está feliz con el Gobierno de AMLO?
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