En este último procedimiento se invita a tres personas o empresas, y muchas veces resulta, como ya lo hemos demostrado, que las tres empresas invitadas tienen al mismo propietario. Esto es lo que ha sucedido en la Secretaría de Educación de Veracruz, donde se ha descubierto que las empresas concursantes tienen direcciones ficticias, o direcciones que llevan a casas abandonadas, predios, talacheras, lavados de auto o tiendas donde venden mole.
Zenyazen Escobar puede simular que las obras contratadas se realizaron, puede crear su propio escenario, pero no puede explicar por qué esas empresas tienen su sede en un lavado de autos o en una tienda de mole. La corrupción ya echó a perder el gobierno de Cuitláhuac García, y no importa lo que diga López Obrador, los veracruzanos ya se dieron cuenta de esta corrupción.