El vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, acusó recibo de las declaraciones del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Veracruz, Juan Javier Gómez Cazarín, quien le mandó a decir que no se metiera en asuntos de política y que se dedicara a atender a la feligresía. Y es que, quienes conocen a Gómez Cazarín, saben que el señor se conduce en el Congreso local con un donaire de perdonavidas y está acostumbrado a que nadie le contradiga, el señor siempre quiere tener la última palabra.
Pues resulta que, en su cuenta de Twitter, el vocero de la arquidiócesis de Xalapa le respondió que: «Quien crea que los asuntos públicos no pertenecen a todos sino a una élite, no entiende nada de gobernanza actual». Y es que el presidente de la Jucopo piensa que los ciudadanos, no tiene derecho a opinar sobre la designación del fiscal en Veracruz. El señor se apropia y considera que sola una clase privilegiada cuenta con el dedo divino para opinar de este asunto tan escabroso.
Cheque usted la declaración del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local: «Que a nosotros los legisladores nos deje las situaciones políticas del estado, estamos trabajando en eso, en lo que la Constitución nos permite. Resultan ociosas cuando la Constitución Política en su artículo 130 establece el principio histórico de la separación del Estado y las iglesias, por lo que debería tener claro que los ministros de culto no deben asociarse con fines políticos».
Desde luego que el vocero de la arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, conocedor de lo que habla le revira y le dice: «La procuración de justicia es una tarea trascendente y muy delicada, no se puede poner al frente a una persona improvisada o simplemente recomendada porque el ejercicio de poder patrimonialista siempre daña la procuración de justicia». Por lo pronto, Juan Javier Gómez Cazarín se estará comiendo un pollito que le puede salir muy caro.
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