Salvador Muñoz / El último recibo por el servicio de energía eléctrica fue de 57 pesos más a diferencia del anterior… lo consideramos hasta cierto punto normal cuando ahora que la Mujer pasa la cuarentena en casa: tenemos una computadora más a la que hay que recargar la batería; tenemos una impresora que ella se usa ocasionalmente; y quizás, lo que nos puede ocasionar más gasto de energía es el uso que le da la Mujer a la lavadora y secadora en lo que yo sospecho, es un claro Trastorno Obsesivo Compulsivo contra los gérmenes despertado por esta pandemia en ella… aunque debo aclarar que mi “recibo de luz” anterior, comprendió el periodo marzo abril, es decir, araña media cuarentena… ¡quién sabe cómo venga el próximo!
Antes no comprendía el porqué decíamos “recibo de luz”… es más, ni importancia le daba… pero esta expresión es seguro que tenga décadas y su origen venga en que muchos hogares, al contratar el servicio de energía eléctrica, cumplían con una necesidad básica en sus casas: prender un foco que les diera luz. Quizás por allí un enchufe para conectar la radio… ya después, hubo necesidad de otro, porque había que planchar el uniforme de los chilpayates… ni pensar en la licuadora, en el refri y menos en una tele… tener “luz” en la casa, pues, implicaba un foco que iluminara cuatro paredes… ¡ya después vino lo demás!
Una amiga empresaria, Maritza, quien durante esta etapa de cierre de empresas de actividades “no esenciales”, tuvo que aguantar un rato que suspensión de fiestas, de bodas, quinceaños, cumpleaños y demás celebraciones propias de su actividad, aplicó el #QuedateEnCasa… ¡para que el recibo de su “luz” le llegara con 741 pesos más a diferencia del que comprendía el periodo enero-marzo!
“Lo que me tiene impactada es que este periodo tuve cerrado el local por 4 semanas, sin uso de clima, sin uso de luz, es más, antes de cerrarlo, ¡desconecté hasta el refrigerador! ¿cómo puede ser posible!”
La empresaria agrega que antes de la contingencia tenía todo el día abierto, con doble turno; ahora, sólo trabaja el primer turno y cierra en la tarde, por ende, ocupa menos “luz”.
Precisa que acató las instrucciones de cerrar el negocio un tiempo, “pero lo tuve que reabrir con todas las recomendaciones ¿saben por qué? ¡Por cosas como éstas! ¡Los pagos siguen y siguen! ¡los empleados tienen las mismas situaciones en sus casas con recibos de “luz” exorbitantes, y si no pagas, pues ya sabemos que te cortan y no perdonan”.
En resumen, tiene que pagar más en un periodo en el que no generó ingresos, sino que por el contrario, hizo malabares para cumplir con pagos de renta, empleados, etcétera. “Estamos en un país en el que es difícil progresar para gente honesta y trabajadora”.
Ojo… hablamos de una empresaria… pero tengo el caso de otros dos amigos, ellos comunicadores, Erika y Omar, a quienes ¡se les cuadruplicó el costo del servicio de energía!, es decir, les aplicaron la 4T en la CFE. Ellos creen que el incremento se puede deber (no, no se puede deber, porque en la CFE, si debes, te cortan…), más bien puede ser originado por las 4 horas diarias de clases virtuales que se chuta ella con el chaval, más otras dos horas de tareas y envíos… ¿Y en qué consiste el consumo extra? Algo similar a lo que hacemos en casa: cargar cuando se requiere la tableta y celulares para poder “hacerle a la escuelita en casa” de forma virtual…
Pues Omar fue a la CFE y le dijeron los cobrones que el cobrote estaba bien, que “sí consumimos energía eléctrica cuatro veces más de lo normal en la casa”. Aunque hubo “un rayito de esperanza”: le sugirieron a Omar que cheque si no están robando “la luz” de algún lado, “porque ellos nomás están para pasar a leer el consumo… y para cobrar, ¡claro está!”
La PD de Erika: “Como seguiremos con nuestras clases virtuales para que el chaval no pierda su ciclo escolar, supongo que nos seguirá llegando así de cara la luz porque ni modo de no pagarla, ¿verdad?”
Sólo para recordar… a mediados de abril, hubo quejas porque los “recibos de luz” llegaban muy elevados y en algunos casos, duplicaban el pago. En la Mañanera del 15 de ese mes, el presidente Andrés Manuel López Obrador decía que era falso sobre los aumentos a las tarifas de luz eléctrica y que no aumentaría la luz en la cuarentena… sólo para recordársela…
Y si bien han pasado ya muchas décadas de que surgió eso de que hubiera “luz” en la casa, ahora, en casa no tenemos un foco, sino muchos conectores para cargar los celulares de cada miembro de la familia, los televisores, los aparatos de sonido, las computadoras, ya sin contar el refri, la estufa y el micro, pero todavía seguimos empleando el término “la luz” por algo muy simple… porque en esta pandemia, en el pago del consumo, todo indica que será como si “diéramos a luz”… ¡la CFE nos pone a parir cuates!
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