Salvador Muñoz / La “Autonomía” de la Fiscalía General del Estado es tan similar a la “H” que en el Congreso algunas veces antecede en su mención; o como los títulos “nobiliarios” que presume la gente en sus paredes y en sus escritos, aunque no lo ejerzan o peor, hagan mal uso de él…
En serio… la “Autonomía” en la Fiscalía, desde que los veracruzanos “la gozamos”, ha sido una broma, una burla o una tomada de pelo y baste recordar nuestros últimos fiscales junto con la encargada: Luis Ángel Bravo Contreras, el Fiscal “de Duarte”; Jorge Winckler Ortiz, el Fiscal “de Yunes Linares”, y en este momento, Verónica Hernández Giadáns, la Fiscal “de Bola 8”… ¡puf!
Aunque a fuerza de ser sinceros, cuando la designación del entonces Procurador estaba en las manos del Gobernador, vía terna enviada al Congreso, tampoco era miel sobre hojuelas… Sólo por recordar el penoso caso del Mago Francisco Herrera Jiménez, quien “contó mal” los votos para que fuera nombrado Procurador Emeterio López Márquez.
Para unos, los garbanzos de libra se pueden dar en Ignacio González Rebolledo y Pericles Namorado Urrutia, a quienes los gobernadores que les tocaron, Chirinos y Alemán, respectivamente, les tenían tanto respeto que bien podrían ser considerados “Autónomos”… mención a la par igual merece el tocayo Mikel Rivera.
El asunto es que, cuando la designación estaba en manos del Gobernador y su terna, sólo era trámite pasarla por el Congreso porque la Mayoría simplemente hacía su papel… justo como cuando se da la “Autonomía” de la Fiscalía… así pasó con Luis Ángel, así pasó con Winckler… ¿así pasará con Verónica?
“Antes de la Autonomía” (AA), para nadie le era ajeno que el Abogado del Estado era subordinado del Gobernador en turno… sin embargo, ahora, en “Durante la Autonomía”, dos entidades que se suponen debieran ser ajenas en su actuación, pareciera lo contrario… el Ejecutivo somete a la Fiscalía convirtiéndola en Brazo Ejecutor de sus devaneos políticos, con razón o sin ella… ¿y a dónde lleva esta subordinación del “Autónomo” con el Estado? A la destrucción de la Institución…
Quizás parezca exagerada la palabra “destrucción”, pero si bien, los cimientos del edificio se mantienen firmes, el papel desempeñado así como las críticas que cada uno de los más recientes inquilinos del Circuito Guízar y Valencia 147 han recibido, igual, con razón o sin ella, han venido minando la figura del Fiscal… y hasta de la Encargada.
Quisiera decir que en esta ocasión que se ha de elegir Fiscal, los diputados tienen la oportunidad de brindarle a los veracruzanos certidumbre, confianza, la tranquilidad de que un hombre o una mujer en tal cargo, actuarán con apego a la Ley, ajeno o ajena a colores, doctrinas, dogmas partidistas; libre de rencores y revanchismos y lo mejor, sin cordón umbilical que lo haga subordinado del Ejecutivo (o peor aún, del 8) y sí una entidad de apoyo y coordinación en pro de los ciudadanos… pero la realidad con sus antecedentes nos dice lo contrario… las mayorías no piensan en los veracruzanos tanto como lo hacen por sus intereses, que si bien, en cualquier partido en el poder es válida la tesis de llegar al Poder para mantenerse en el Poder, pues lo mejor sería dejarse de cuentos, dejar de jugar a los demócratas, y volver a la designación directa del Procurador, o ahora Fiscal, por parte del Gobernador… o del secretario de Gobierno en este caso…
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