La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) contra la pretensión de Jaime Bonilla de quedarse cinco años en el poder en Baja California, cuando los electores sólo lo habían elegido por dos años, es un santo madrazo que en gran parte le toca a la propia secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a quien en un video se le vio contenta y celebrando con el mismo Jaime Bonilla. La alta funcionaria y el propio gobernador de Baja California celebraban que los diputados locales habían cerrado filas con este agandalle legislativo, que alargaba su mandato hasta cinco años.
Hoy quedan exhibidos. Por un lado está un gobernador que representa las malas prácticas del sistema político mexicano que se niega a morir y sus diputados serviles y, por el otro, a una funcionaria de altísimo nivel muy cercana a López Obrador, que en ocasiones se ha dejado llevar por sus inclinaciones y preferencias políticas que por lo que dicta la ley.
Se recordará que el video que fue exhibido a nivel nacional en las redes sociales, hablaba de que todo lo habían hecho al amparo de la legalidad. Hoy el resolutivo de 11 magistrados señala su error. Este hecho abre esperanzas de que en México, nadie puede estar por encima de la ley. ¡Bien por la Suprema Corte de Justicia de la Nación!
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