Nadie pudo aniquilarlo en los enfrentamientos desatados con armas de grueso calibre, nadie pudo encontrarlo en sus escondites, pero del coronavirus no se pudo esconder. Moisés Escamilla May, mejor conocido en el bajo mundo del narcotráfico como El Gordo May, fue uno de los primeros líderes de la organización criminal Los Zetas. El Gordo falleció a los 45 años de edad y de acuerdo a los reportes, no padecía ninguna enfermedad como diabetes o hipertensión. La causa de la muerte es atribuida a problemas respiratorios derivados del Covid-19.
El Gordo May estaba en la cárcel por decapitar a 12 personas y perdió la batalla contra el coronavirus. De acuerdo con los informes de la prisión donde se encontraba, fue el pasado 6 de mayo que el recluso comenzó a presentar dificultad para respirar y dos días después perdió la vida en el área médica de la prisión federal de Puente Grande.
El deceso del reo se sumó a la cifra de muertes del municipio de El Salto, en el estado de Jalisco. Tras la muerte de El Gordo May los reos se encontraban sorprendidos ya que este criminal fue uno de los más peligrosos. Al Gordo May le habían entrado balas por todo el cuerpo, pero ninguna de ellas logró aniquilarlo.
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