Ahora los jóvenes se quejan del exceso de tarea, se quejan de los maestros. Los jóvenes les dicen que si en el encierro, que también están pasando los maestros, no tienen nada que hacer, que no se desquiten con ellos mandándoles tareas de más. Ante esta situación también han surgido casos que causan gracia como por ejemplo, en el pequeño municipio de Albacete en España, dos niños de 9 años conocían el domicilio de la maestra.
Así que aprovecharon la ausencia de todos los vecinos e identificaron cuál era el cableado de red de la maestra, se subieron a una escalera y empezaron a cortar el cable. Los niños esperaban que la maestra se asomaría por la ventana y los cacharía en plena movida. «Me he asomado por casualidad y los he visto en plena acción a estos dos alumnos. Me estaban cortando un cable», dijo a las autoridades. Los estudiantes ahora preferirían ya estar en la escuela porque a veces ni tarea dejaban.