La cocinera trabajaba preparando la comida de los ancianitos, nunca le dijo a nadie que estaba contagiada, todos los adultos mayores, disfrutaban de su comida. Comentan que la cocinera les daba la comida con la intención de contagiarlos. En el asilo, la casa de reposo, la primer contagiada, fue su amiga, después de ella siete ancianitos empezaron a sentir mucha fiebre; los 7 fueron infectados del COVID-19.
De la cocinera portadora del virus no se sabe nada, la cocinera desapareció como si hubiera sido un fantasma. Siendo las únicas dos cocineras de ese asilo, las autoridades acudieron a la cocina para saber quién había sido la irresponsable que estuvo trabajando estando infectada. Cuando encontraron a la compañera de la cocinera que había trasmitido el virus, esta les dijo que la última vez que supo de ella fue cuando le marcó a su celular para hacerle el reclamo de no decirle que tenía coronavirus. Cuando ella le reclamó, la cocinera apagó su celular y hasta el momento no ha vuelto a contestar; no se sabe la dirección de esta cocinera. Hasta el momento son ocho personas las que resultaron contagiadas.
