La economía agrícola de Estados Unidos descansa en los esfuerzos de miles de agricultores mexicanos que, a pesar del Covid-19, no han parado de trabajar. Ellos son los verdaderos héroes. Gracias a su trabajo, el vecino del norte tiene suficientes frutas y vegetales en las mesas de sus gobernados. Y es que, apenas la semana pasada, el Departamento de Estado estadounidense dejó de exigir el requisito de entrevista en persona para muchos solicitantes de visa H-2A (90 por ciento de los cuales son mexicanos) y los funcionarios calificaron el programa como una «prioridad de seguridad nacional», vital para la cadena de suministro de alimentos de la nación.
Sin embargo, comienza a preocupar las condiciones laborales en la que trabajan nuestros paisanos. Ellos mismos han señalado que carecen de guantes y cubrebocas para laborar, además de que el agua regularmente escasea en los baños portátiles que se han colocado para hacer sus necesidades.
Ojalá y que el Carnal Marcelo (Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores) se ponga las pilas y pueda negociar con el güeruzco presidente norteamericano mejores condiciones para nuestros compatriotas. Ahora es cuando para que valoren el trabajo de nuestros paisanos.
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