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Puebla y Veracruz, donde gobierna la estulticia; viene el momento más crítico de la pandemia. ¿Qué hacer?

En primer lugar, el gobernador de Puebla, el estulto Miguel Barbosa, dijo que el coronavirus no le daba a los pobres, porque los pobres eran inmunes. Después dijo que el coronavirus se curaba con un buen plato de mole de guajolote, lo que trivializaba todavía más una pandemia que ha puesto de rodillas al planeta entero. ¿Cuáles son las consecuencias? Pues que Puebla ya tiene 483 infectados, con 65 decesos. Esto demuestra que a los pobres sí les da coronavirus y el mole de guajolote sólo cura el hambre. Para allá va Veracruz, quien en este momento reporta 319 casos de coronavirus y 23 decesos.

En ambos estados gobierna la estulticia, el desinterés y la ineficacia. El momento más crítico de la pandemia todavía está por llegar y estos estados siguen retrasados, los médicos y doctores muy a tiempo manifestaron que no les habían dado material médico ni equipo de seguridad.

Lo que sucedió en el Hospital General Zona N. 71 del IMSS, donde se dio un brote de coronavirus entre el personal médico, es una llamada de alerta a las autoridades sanitarias por no prestar atención a los clamores de los médicos y enfermeras. ¡Y viene lo peor! Es por ello que, ante la ineficiencia de un gobierno, corresponde a la ciudadanía prestar más atención a las medidas sanitarias y a guardar la cuarentena.

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