Tras fallecer Alba, los familiares incineraron el cuerpo de su presunta tía, pero dos semanas después los médicos fueron al domicilio donde vivía la difunta para informarles que no estaba muerta, que habían tenido una confusión y que el cuerpo que les habían dado no era el de Alba Maruri Granda. “Los doctores fueron a casa de mi tía a corroborar e informar del error. Aún no saben de quién son las cenizas que están en casa”, aseguró en una red social uno de los sobrinos.
Los familiares dijeron que, pese a las vicisitudes, Granda se encuentra bien, unos dicen que los milagros aún existen, pero otros dijeron que causa coraje que los doctores tengan este tipo de errores fatales. La familia espera ahora que el hospital le devuelva el dinero que pagaron por la cremación del cuerpo de la que pensaban era su tía.