Salvador Muñoz / ¿Cuántos amigos suyos han sido afectados por el Coronavirus? Míos, ¡varios! Bueno, afectados “indirectamente”, para ser precisos. Uno los ve transmitiendo en redes sociales y dice: “¿Qué te panzón?” Sí, para muchos, la Cuarentena no se alarga, ¡se ancha! ¡O se hincha! Algunos, ya no usan Cubrebocas… ¡usan cubrepapadas! Parece broma, pero es en serio… es el precio de respetar el aislamiento social, el confinamiento, que muchos han confundido con “confituramiento”… es que tengo la ligera sospecha, bueno, en este caso me permito decir “la pesada sospecha” de que muchos hicieron caso a Barbosa, y a manera de prevención es evidente que le han entrado al mole de guajolote para hacer anticuerpos… ¿o anti-puercos? Insisto: parece broma, pero es en serio… en un país como el nuestro, es seguro que muchos sobrevivamos al Coronavirus, pero como sobrebebemos muchas Coronas y bebidas azucaradas, igual es seguro que la diabetes no nos perdone.
Si bien hay quienes aún se arriesgan a hacer ejercicio al aire libre, los que optamos por respetar la Cuarentena tratamos de hacerlo en casa… ¿complicado? Díganselo al francés que corrió en su depa un maratón… déjenme decirle con un chingo de orgullo que muchos de estos amigos míos afectados indirectamente por el Coronavirus, no sólo se han echado uno, sino que dos o hasta seis maratones en lo que va de esta Cuarentena… claro que sus maratones son de La casa de Papel, de House of Cards, Vikingos, La Casa de las Flores y Cría Cuervos, por citar algunos, eso sí, con Pizza y vino para aguantar el ritmo…
Si bien es respetable lo que hizo el francés, el distanciamiento social igual evidencia una cosa en nuestra realidad mexicana: el distanciamiento económico. El galo salió a su balcón ¡de siete metros de largo a correr! Acá en su casa, el balcón (comunitario) ¡lo agarra la vecina para sacar sus cobijas, pantalones y camisas! y no rebasa los dos metros… así que la opción que tenemos es al interior de la casa y la carrera que hacemos es siempre para ir al baño, eso sí, ahora con las disposiciones sanitarias, llena de obstáculos porque se tuvo que acondicionar espacio para la entrada y salida de casa con la respectiva sanitización de ropa, calzado y patas de perro.
Sí, en casa tratamos de cuidarnos y de atender las medidas preventivas y de cuidar las medidas de nuestra ropa… ¡vamos! ¡Nos cuidamos más que Diputados! porque si bien, da gusto que muchos legisladores se preocupen por los representados que menos tienen, ahí andan de pata de perro de un lado para otro y dándoles el beneficio de la duda, esperemos que no sea para tomarse la foto… ¡vamos! Si tantas ganas tienen de ayudar, por qué no veo a un diputado o diputada que lance una campaña que diga: “Yo adopto a un reportero”, digo, pude poner cualquier oficio, no es que así tenga que ser…
Lo cierto es que en esta temporada de cuarentena, quien no la ocupa para prepararse, está mal… no es por presumir, pero yo ya me especialicé en lavar trastes, preparar desayuno, comida y cena, sin contar con el lavado de patas… ¡vamos! podría decir que tras esta pandemia, estaré mejor preparado que las enfrijoladas de Anahí…
Pero, volviendo al tema inicial, el asunto de que les pegue el Coronavirus de manera indirecta a mis amigos, es tan similar a los que andan en la calle en cuarentena como si nada… los irresponsables no siguen las indicaciones de la emergencia sanitaria… mis amigos, no siguen ninguna dieta.
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