Entre Cuitláhuac e Hipólito, ¿Quién es el peor?

Cuitláhuac García Jiménez; Pedro Hipólito Rodríguez Herrero FOTO: FORMATO SIETE
- en Opinión

Edgar Hernández* / 

¡El gobernador y el alcalde de Xalapa, peores que la pandemia!

Mientras el gobernador Cuitláhuac García no tuvo más remedio que devolver más 3 mil 200 millones a la Federación por subejercicio presupuestal y dejar bajo sospecha 900 millones más por no cumplir con la obra pública comprometida por el llamado “Cartel de SIOP”, el alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez, también es obligado a regresar el dinero por las mismas razones.

Ayer trascendió que por segundo año consecutivo, el ayuntamiento de la capital veracruzana, devolverá a la federación un total de 7 millones 40 mil 826.98 pesos del “Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal”, que no fueron aplicados en obras que requiere la ciudad de Xalapa.

Son los saldos de la Cuarta Transformación que a 16 meses muestran su verdadero rostro, el de la tragedia producto de no saber operar la máquina del poder, manosear la productividad y descomponer toda acción social, que son otras formas de corrupción, amén de la formal que es meter directamente las manos al cajón.

Los de Morena simplemente no saben gobernar.

Para ellos las movidas chuecas, la simulación, el ahí se va y el desvío de recursos son parte de su forma de hacer política.

Es su ADN.

Al inicio de semana el diario Notiver –odiado por el gobierno de Cuitláhuac- sacó las cuentas reales en la compra de ambulancias destinadas a la contingencia sanitaria en donde quedó claro que ni las compró el gobierno del Estado sino que fue obra del Seguro Popular y que encima de toda legalidad operaron su adquisición con moche llevándose 900 mil pesos por unidad.

La autoridad nunca salió a aclarar nada.

Como tampoco se sabe de la legalidad en la adjudicación de la obra pública que es por asignación directa. Es más, ni siquiera se conoce si se está realizando ya que no hay registro excepción hecha de unos promocionales en video donde se observa siempre el mismo tramo carretero, o como es el caso del alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez, que inaugura calles a costos millonarios que al primer aguacero se destruyen.

Dolores Valenzuela Ponce, tesorera municipal de la comuna local de Xalapa, durante su participación en la Asamblea Ordinaria de Desarrollo Municipal, expuso que para este primer trimestre de 2020 se tenía un saldo de recursos comprometidos por 140 millones 823 mil 877.96 de los cuales solo se ejercieron 134 millones 494 mil 524.32.

Nadie salió a desmentir las cifras y nadie del sector oficial quiso recordar que en 2019 el ayuntamiento capitalino tuvo que regresar millonarias cantidades por subejercicio, dinero que no regresa a las arcas municipales por mandato de una “Ley de Disciplina” que impone la Federación.

Estamos pues frente a la ineptitud de quienes mediante la engañifa que dio como resultado la entrega del voto para después dedicarse a lo que mejor les sale, nada.

Conviene recordar que el presupuesto anual que tiene Veracruz rebasa los 129 mil millones de pesos de los cuales no se sabe a ciencia cierta su destino y fin ya que la complicidad de los órganos de vigilancia, la Contraloría, Orfis y el Congreso del estado, instituciones afines al gobierno impide conocer la realidad en el ejercicio presupuestal.

Por eso los escándalos en la Secretaría de Educación; los desvíos millonarios por 450 millones de pesos en el DIF en el último año; las transas con la compra de patrullas en la Secretaría de Seguridad Pública y los moches en SIOP que hoy mismo alcanzan al 30% de la obra pública, es decir, tu como empresario inviertes un peso en la realización y pago de una obra, para que al final entregues 30 centavos de moche a los corruptos del gobierno.

El pueblo “bueno”, sin embargo, ya no se traga la píldora tan fácilmente.

Cuando el recurso no llega o se desvía todo se paraliza. El aparato productivo deja de trabajar, la economía queda en quebranto y desde el empleo informal hasta la operación de las grandes empresas, consorcios y el comercio mismo hay atonía, merma en la productividad.

Así hoy, a la vuelta de 16 meses de gobierno, nos encontramos con un Veracruz en donde lo menos peor es el Coronavirus.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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