Luego de lo sucedido y checar sus signos vitales, los empleados de la funeraria se comunicaron inmediatamente con el hospital donde residía antes de fallecer, y declararon que Gladys “N” aún se movía. Tras esto los trabajadores no perdieron más tiempo y llevaron el cuerpo de la mujer al hospital del Instituto de Prevención Social (IPS) y posteriormente a la unidad de terapia intensiva del Hospital Regional de Coronel Ovieda.
Luego de checar a la fémina los médicos descubrieron que Gladys “N” tenía una enfermedad crónica y que antes de ser declarada muerta, la mujer padecía de una presión muy alta, parecía que luego de su quebranto de salud la mujer fallecería, pero no. De momento Gladys “N” se encuentra estable y lucha por su vida; tal parece no era el momento de morir para Gladys.