Aguilar Amaya, quien es bien sabido ya ha sido puesta entre las cuerdas anteriormente por su jefe Zenyazen, al conocer la problemática de los trabajadores de la SEV, en el periodo comprendido de diciembre de 2018 a febrero de 2019, procedió a la cancelación de los convenios con terceros particulares, que las administraciones públicas anteriores celebraron con las financieras, fuera de normatividad establecida y por tiempo indefinido, es decir, estas irregularidades fueron detectadas al inicio de la gestión e informadas a Escobar García quien, como en muchas otras cosas turbias dentro de la SEV, hizo caso omiso y lo dejó pasar.
Ahora, con la denuncia interpuesta y una investigación abierta, habrá que esperar a ver quiénes son los verdaderos culpables. ¿Habrá algo más que tengan que ocultar los funcionarios de la SEV? ¿Qué dirá Cuitláhuac García de su gente de confianza? Lo que sí queda claro, es que esta guerra interna está lejos de terminar; hay muchos intereses de por medio y pareciera que estos intereses económicos pesan más que el bienestar de los maestros de Veracruz. Por otro lado, pero no menos importante, es que pareciera que dentro de la SEV unos tienen el colmillo (y la codicia) más grande que otras. Quisiéramos ver qué dice García Jiménez y su señor Padre (defensor de los maestros) al respecto.