»Trabajo a distancia y le he encontrado un enorme sentido a esta forma de seguir laboralmente activo. Escucho algo de música y puedo leer más. Me tranquiliza saber que mi familia y mis colaboradores están todos bien. Siempre guardamos sana distancia. Mi distancia de ellos ha sido física pero no social, estoy en constante comunicación con todos ellos. Menos aún me he distanciado afectivamente, al contrario, en todo caso ha habido una mayor cercanía.
»Sugiero que hablemos de distanciamiento físico (que no social) con acercamiento afectivo. Si usted no lo ha hecho, inténtelo, verá que funciona bien. Se cuida, protege a los otros, y puede establecer una genuina relación amorosa con la gente que le significa algo en su vida. De la forma como procesemos nuestra experiencia, individual y colectiva, dependerá nuestro futuro».