En el sistema de asignación de recursos escasos de medicina crítica se aplican dos principios: Salvar la mayor cantidad de vidas y Salvar la mayor cantidad de años vida. Por supuesto, para ello se deberán crea los “Equipos de triaje”, que serán los encargados de evaluar cada caso. En una parte de este documento se da el siguiente ejemplo: «Cuando solo tenemos un ventilador y hay dos pacientes: un paciente A de 80 años y un paciente B de 20 años. Supongamos que si paciente A recibe el ventilador ella vivirá 7 años más y si paciente B recibe el ventilador ella vivirá 65 años más. Para solucionar este problema se tiene que introducir un principio adicional: salvar la mayor cantidad vidas-por-completarse. Una vida-por-completarse se debe de entender como aquella que aún no ha pasado por los diferentes estados de desarrollo bio-psico-social humanos (i.e. infancia, adolescencia, edad adulta, vejez)».
Lo que causa cierto escozor es que nos estamos dando cuenta que muchos jóvenes no están tomando en serio el tema de la cuarentena y no se están quedando en casa. Estos jóvenes, por su descuido, podrían infectarse e infectar a un familiar de la tercera edad. Pero cuando la situación se ponga crítica y se tenga que decidir a quien asignarle un respirador, la guía bioética se inclina más por el joven, ese que por su descuido causó la emergencia. ¡Está como para pensar!