Las personas siguen sin entender y sin acatar las órdenes que se han emitido por parte de las autoridades de la Secretaría de Salud para evitar el contagio del coronavirus. Hace unos días se supo que bañistas irrumpieron las playas de Jalisco y de Veracruz, para nadar, sin importarles la cuarentena. En esta ocasión, en el municipio de Huatulco, en el estado de Oaxaca, una irresponsable familia se encontraba celebrando en grande los quince años de su pequeña hijita. La fiesta la hicieron sin tener ninguna precaución, sin seguir ninguna recomendación. Para la fiesta, invitaron a decenas de personas que se encontraban felices de la vida, gozando de la pachanga.
La quinceañera vivía el sueño de toda adolescente boba, cuando cumplen los quince años; llenar la fiesta de gorrones. Esta familia nunca se imaginó que algunos vecinos conscientes de lo que está pasando en el país, tomarían cartas en el asunto. Los vecinos llamaron a la Guardia Nacional y la policía municipal para decirles lo que estaba ocurriendo.
Tras la denuncia que los vecinos hicieran, la Guardia Nacional y la policía municipal llegaron al lugar para detener la fiesta. Las autoridades clausuraron el salón donde se llevaba a cabo la pachanga. Antes de que todos los invitados se salieran la Guardia Nacional regañó en público al padre y a la madre de la quinceañera. El dueño del salón se quiso escapar de la regañada pero no pudo. Las autoridades quieren que sigan las ordenes emitidas, que tengan en cuenta que estamos en riesgo por el coronavirus y se debe de respetar la cuarentena para evitar la propagación de esta infección.
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