Al menos en México, buena parte de los ricos se están recuperando, pero los expertos advierten que el virus puede matar grandes cantidades de pobres que deben seguir trabajando para alimentar a sus familias, viven en condiciones poco higiénicas y no tienen acceso a atención médica buena. Es cierto que el gobierno de AMLO está dando ayuda económica a los trabajadores informales, como el servicio doméstico, vendedores callejeros y otros a quienes se les dijo que permaneciesen en sus casas para reducir la propagación del virus, pero ese dinero no llega a todo el que lo necesita.
«Si me quedo en casa, no gano nada. No tengo forma de generar recursos», dijo otro taxista, quien señaló que aunque sea para un litro de leche, va saliendo. Desafortunadamente, tanto meseros y meseras de antros, cocineros, choferes, sastres, zapateros, mecánicos y obreros de la construcción se han quedado sin trabajo durante la cuarentena impuesta por el gobierno mexicano. Ojalá y que en esta situación, los que tenemos un salario seguro podamos dar un poco de lo que tenemos. Hoy por ellos, mañana por nosotros.