En las 100 cajas que trasportaban estos sicarios estaba el sello “CDG”. En el interior de las cajas había una despensa con aceite, arroz, frijol, azúcar, chiles, atún, sopas, galletas, harinas y cereales. Las personas al ver que el grupo delictivo del Cártel del Golfo daba esas cajas no sabían si rechazarlas o quedárselas.
Para muchas personas los actos de bondad que el Cártel del Golfo tiene para la población, en lugar de dar alegría, causa miedo, pues todos saben que este grupo delictivo ha sido unos de los principales cárteles que ha derramado la sangre de sus jóvenes. La población no sabe si negarse a recibir esta despensa, pues negarse podría ocasionar una tragedia.