Pero al final nos llega el momento a todos, y el momento de Berthita llegó el día miércoles primero de abril; como señalamos, siempre tuvo la compañía y cuidado de sus hijas.
Vaya desde este espacio un abrazo solidario y confortable a nuestra querida Virginia Durán Campollo y a nuestra amada Nena Durán Campollo, dos mujeres hechas de la misma madera que Bertha Pilar Campollo, madre, abuela, amiga. Sabemos que el Dios de todo consuelo les brindará la paz a todos sus familiares en estos momentos que tanto lo requieren. Descanse en paz nuestra guerrera.