Edgar Hernández* /
¡Otra vez, atrás de los últimos en la aprobación ciudadana!
En 16 meses de gestión el gobernador Cuitláhuac García no ha perdido el liderato.
A veces ocupa el lugar 29 de 32, otras le echa ganas para colocarse en el 30 o 31 y, de vez en cuando de chiripazo, su malhadado gobierno se coloca entre los 7 peores gobernadores.
Se ve, por supuesto, que no le cuesta mucho trabajo estar entre los descalificados.
Y cómo habría de costarle si desde que asumió la gubernatura ha transitado de yerro en yerro; de atropello ciudadano en atropello ciudadano; de transa en transa entre sus equiperos, y en la suma de desatinos la mayoría veracruzana no ha tenido más remedio que reprobarlo.
Vox populi, vox Dei.
De acuerdo a la encuestadora nacional “Arias”, al corte de marzo, Cuitláhuac García fue colocado como el gobernador peor evaluado del país de cara a la pandemia.
Mientras meses atrás las revelaciones demoscópicas dieron lugar al rotundo rechazo ciudadano resultante de la inseguridad, el nepotismo, la corrupción de su gobierno, las mentiras, el desempleo, el dengue y ¡Vaya pena!, por el subejercicio del presupuesto.
Hace unos días su gobierno tuvo que devolver mil millones de pesos a la federación por no aplicarlo a la obra pública y el desarrollo carretero.
Por tanto al corte trimestral, 6.5 millones de veracruzanos reprobaron por su tibieza ante la pandemia por el Covid 19. Sus acciones tardías en materia sanitaria, lo poco solidario con los sectores desprotegidos, su desinterés por apoyar al comercio organizado, los empresarios y la burocracia misma, también abonaron.
Ello, según Arias Consultores, ya que Mitoofsky también lo descalifica al recoger que 6.7 millones de veracruzanos detestan la forma en que gobierna, ese estilo tan peculiar.
Y cómo no sería así, si cada que aparece en público, ante el pueblo que gobierna, no hila de corrido tres frases. Su cantinfleo no es simulado, él es así, es una actitud que no mueve a la simpatía, menos a la algarabía, sino a la burla nacional.
Es una desgracia que sea cliente favorito de Televisa y de todos los programas de sátira de las cadenas nacionales. Está cabrón que “Brozo”, desde el extranjero, se pitorree de él y que en las carpas y teatros de comedia sea el cliente favorito.
Ello avergüenza, lastima a los veracruzanos. El tener un atarantado de gobernador mueve a la conmiseración, a la decepción. Su forma de gobierno ofende a la ciudadanía.
Y aunque sea muy probable que ello le valga un soberano rábano, ssin embargo, para el grueso de la población y la opinión pública, es grave, muy grave.
¿A quién nos impusieron como gobernador?, pregunta el imaginario colectivo ¿Por qué al peor, al más descalificado, al que parece que es tonto?
¿Acaso no lo percibe la federación?
Sin embargo, ¡Ojo!..
Mantener en el poder a un político del talante de Cuitláhuac García Jiménez, en la tercera plaza Morena más importante del país, la que aportó a Andrés Manuel López Obrador 2 millones de votos y 1.6 millones al gobernador en funciones, habrá de mermar en la siguiente elección en la que el PRI y el PAN ya desde ahora se relamen los bigotes.
Y es que no hay duda que la bola de nieve que arrastra el desprestigio de Cuitláhuac habrá de llevarse del cuello al Peje en julio de año próximo en el marco de las elecciones intermedias.
Acaso por el bien de ellos y de paso de Veracruz, que a Morena no le importa, valdría la pena hacer un corte de caja para observar que, al igual que la economía nacional, cero vale cero.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
Comentarios