No recibió López Obrador a los familiares de las víctimas, ni siquiera les envió un saludo solidario. No obstante, en su visita a Badiraguato, Sinaloa, la tierra de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el presidente de México hizo un alto en el camino, bajó de su camioneta y caminó hasta la camioneta en la que se encontraba María Consuelo Loera Pérez, madre de “El Chapo” Guzmán. María Consuelo le insistió a que fuera, tal vez a que subiera en la camioneta para platicar con él.
López Obrador le pidió que no se bajara, la saludo y le aseguró que ya había recibido su carta. No recibe ni saluda el presidente de México a los familiares de las víctimas, pero sí a la madre de uno de los hombres que más vidas segó en la cosecha de la guerra contra el narcotráfico. Los seguidores de López Obrador no ven la manera de defenderlo; los detractores de AMLO no están perdiendo la oportunidad de exhibirlo. Como diría el filósofo Juan Gabriel: “¡Pero qué necesidad!”.