Tal pareciera que todo está en el limbo, dijeran algunos chavorrucos estamos en stand by. Y es que en estos momentos, los titulares de los principales medios de comunicación tienen que ver con el Covid-19, mejor conocido como el coronavirus. Sin embargo, este enclaustramiento de la sociedad mexicana no es ningún impedimento para que el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje dé a conocer su postura ante el reglamento de Cepeda Salas. Un reglamento hecho a la medida de sus incondicionales y que limita el derecho a jubilados y de trabajadores con poca antigüedad laboral.
Y es que siendo honestos, las elecciones que ya tenían programadas la cofradía de Cepeda Salas fueron detenidas en seco precisamente por el asunto del Covid-19. Es cierto que hubo algunas resistencias de algunos grupos, pero nadie pude endilgarse un mérito que no existe. Es bien sabido que, en estos momentos difíciles, el presidente de México está muy ocupado y ahora sí bien preocupado, no obstante la titular del Trabajo y Previsión Social, y la misma Olga Sánchez Cordero de la Segob, pueden comenzar a dar resultados a los maestros que buscan la democratización del SNTE.
Es vital que esté garantizado el próximo proceso de elecciones, ¡ya basta de simular una democracia en los sindicatos mexicanos que no existe!, no se debe permitir que grupos facciosos sigan haciendo de las suyas. Ojalá y que después de superar esta difícil prueba epidemiológica, el magisterio mexicano ponga su parte en la formación de los alumnos y pueda tener garantía de que habrá verdadera democracia sindical.
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