No mentir avasallado por el oportunismo

Asegura el presidente López Obrador que su gobierno bajó los precios de los combustibles FOTO: WEB
AMLO no ordenó bajar costo de gasolinas
Peña Nieto liberó importación a privados

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / AUNQUE EL decálogo del nuevo Mesías establece: “No mentir, no robar y no traicionar”, lo cierto es que la primera sentencia parece haber sido avasallada por el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador que ahora se abroga la baja en los precios de las gasolinas, dizque “para ayudar a atemperar a que no se sienta tanto la crisis económica, porque al aumentar la gasolina pues aumenta todo, hay carestía”, cuando en realidad los expertos aseguran que esta tendencia se mantendrá mientras los precios internacionales del petróleo se mantengan a la baja tras la crisis que se vive en el mercado de los hidrocarburos a nivel mundial, entre otros factores. No hay que olvidar que el 22 de Febrero de 2016, el entonces Presidente Enrique Peña Nieto anunció la apertura de la importación de gasolinas por parte de empresas privadas a partir del primero de Abril de ese año, y tres fueron los principales argumentos presentados por el gobierno Federal para adelantar la apertura de compras al exterior por parte de particulares: 1.-Atraer inversión para infraestructura de transporte y almacenamiento del combustible, 2.-Fomentar la competencia económica y, 3.-Bajar los precios al consumidor final. A partir de entonces quedó establecido, también, que la cotización del petróleo en los mercados internacionales, el tipo de cambio y las condiciones propias del mercado serían algunos de los factores que ayudarían a determinar en México el precio de venta al público de las gasolinas, de tal suerte que los costos al consumidor final ya no dependen, exclusivamente, de la voluntad de un Presidente, aunque ese garlito siga llevando agua a su molino como tal parece que busca el tabasqueño.

EN ESE tenor, si bien el precio de venta al público de las gasolinas en México depende de múltiples factores, algunos de los cuales pueden ser previsibles, incluso planeados por el Gobierno Federal –que no es éste el caso-, hay otros francamente difíciles de anticipar o pronosticar, de acuerdo a expertos, y entre los primeros se encuentra el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la tasa del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) –que para este año pasó de 4.81 a 4.95 pesos por litro y la Premium de 4.06 a 4.18 pesos por litro, mientras que en el diésel fue de 5.28 pesos a 5.44 pesos por litro, de tal suerte que con la actualización, la magna solo tuvo un aumento de 14 centavos por litro, la premium de 12 centavos por litro y el diésel de 16 centavos por litro, para dejar atrás los gasolinazos de hasta 5 pesos de antaño por litro, mientras que por otra parte, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a que, durante su mandato, los combustibles no tendrían aumentos por encima de la inflación, algo que ha controlado muy bien el Banco de México y no AMLO, mientras que entre las segundas destaca la cotización del petróleo en los mercados internacionales, así como el tipo de cambio, y las condiciones propias del mercado.

EN ESE sentido, sea que los mercados se encuentran en una fase de alta demanda de hidrocarburos o en la parte baja del ciclo económico, la fórmula general –según especialistas del Instituto Belisario Domínguez del Senado- puede resumirse de la siguiente manera: Precio al público de la gasolina=precio de referencia+margen+IEPS+ IVA+otros conceptos. El precio de referencia será el precio promedio de las cotizaciones de referencia en la Costa del Golfo de Estados Unidos para los combustibles automotrices convertidos a pesos, con el promedio para el mismo periodo del tipo de cambio de venta del dólar de Estados Unidos que publica el Banco de México en el Diario Oficial de la Federación (DOF). Para las cotizaciones de referencia se toma en cuenta: Gasolina menor a 92 Octanos. El promedio de las cotizaciones del precio spot de la referencia para la gasolina Unleaded 87, USGC, Houston, Waterborne, en dólares por galón, publicada por Platts US MarketScan. Gasolina mayor o igual a 92 octanos. El promedio de las cotizaciones del precio spot de la referencia para la Unleaded 93, USGC, Houston, Waterborne, en dólares por galón, publicada por Platts US MarketScan, en suma, AMLO por sus pistolas no pudo ordenar la baja en el precio de las gasolinas porque la decisión no es voluntariosa, sino que requiere de un estudio profundo de las condiciones de los mercados, y la prueba más contundente es que son en algunas gasolineras –las mínimas que no rebasan al 5 por ciento del total- donde se abarataron. Si el Presidente hubiera ordenado –como asegura- lo conducente-, en la totalidad de las gasolineras la baja sería paralela, y en todo el País se estaría gozando de precios que solo ofrecen algunas cuantas estaciones de servicios que son las menos.

POR ELLO el “no mentir” ha sido acaso el primero de los mandamientos de su decálogo virtualmente roto, ya que los precios de las gasolinas en México continúan a la baja pero no por la voluntad de López Obrador sino por la crisis que se vive en los mercados petroleros del mundo. Según el portal Petro Intelligence, este lunes 23 de marzo la última actualización indica que el promedio a nivel nacional de los combustibles es: Regular 16.902 pesos por litro; Premium 18.288 pesos por litro; Diésel 19.627 pesos por litro, mientras que en la Ciudad de México los precios promedio son: Regular 18.077 pesos por litro; Premium 19.164 pesos por litro y Diésel 19.727 pesos por litro, y así en cada Estado los costos son diferentes, no están uniformados a voluntad presidencial. El más reciente reporte del ¿quién es quién de los combustibles? entregado por la Profeco ubica a gasolineras de Churumuco, Michoacán; Benito Juárez, Ciudad de México, y San Martín de Bolaños, Jalisco, como las estaciones que venden más caro, mientras que las más económicas se ubican en Veracruz, Veracruz y Centro, Tabasco.

Y ES que el costo del combustible que se venden en las gasolineras depende de cinco puntos. 1) Las referencias internacionales de los precios de gasolina, 2) El tipo de cambio, 3) Los costos de lógica, 4) Impuestos y 5) el margen de ganancia de cada estación de servicio. Por ello, el precio de la gasolina bajó en algunas estaciones. Y es que desde el 6 de marzo, en medio de la pandemia de coronavirus que enfrentan varios países, los precios del petróleo han caído por la sobreoferta ante una baja producción. De igual manera, aunque el peso se depreció ante el dólar, el costo en las gasolineras se compensó por la severa caída del precio del petróleo, aun cuando por ahora no hay ningún estímulo al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) federal, por lo que ese impuesto lo seguimos pagando. Aun así, algunas estaciones que les cuesta almacenar y regular los combustibles, están dando muy barata la gasolina en varios puntos del país, y no porque AMLO se los haya ordenado sino por mera voluntad y coadyuvancia. El no mentir se pierde cuando es avasallado por el oportunismo. Así de simple. OPINA [email protected]

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