Ahued: Landau el 25 de gira en Veracruz
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / A MEDIADOS del mes pasado, desde una oficina que depende del titular del Ejecutivo Federal emanó una “sugerencia” al Gobernador Cuitláhuac García Jiménez: deshacerse de los secretarios de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos; de Salud, Roberto Ramos Alor, y de Educación, Zenyazen Roberto Escobar García. A decir verdad, más que una insinuación fue una instrucción directa, pero García Jiménez montó en cólera y argumentó que si sus funcionarios se iban, él se iría con ellos, una reacción que en los altos círculos del Gobierno Amlista fue considerada caprichosa, aunque para evitar una crisis política decidieron dejar las cosas en santa paz por el momento. Y es que desde la percepción del centro, incluso del propio Andrés Manuel López Obrador, los tres funcionarios citados han coadyuvado al desorden en el Estado, independientemente del titular de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado para quien no hubo mención alguna pese al elevado nivel de criminalidad que vive la Entidad. En Presidencia les interesa que se vaya Ramos Alor, por los conflictos de salud que no acaban de terminar con el desabasto de medicamentos y la ausencia de medidas preventivas para contener el dengue, influenza y ahora el coronavirus que se expande por varias regiones del País. En el caso de Zenyazen, no hay un control de la educación, a tal grado que no pasa día sin que se tomen escuelas o carreteras por falta de profesores, ausencia de pago a otros y, en el peor de los casos, el afloro de denuncias por acoso sexual y laboral en distintos colegios de educación básica, media superior y superior. Los dos titulares de Cuitláhuac le han metido mucho ruido negativo a la Entidad en víspera de la elección intermedia de 2021, y hay temor fundado que con sus acciones sigan encendiendo la inconformidad de la sociedad sembrando la derrota de Morena, amén de los manejos administrativos en ambas instancias que, según oficinas centrales, se acercan cada vez más a un “cochinero”.
LA PETICION de renuncia del Secretario de Gobierno es algo que les urge en la ciudad de México, concretamente en Palacio Nacional y Bucareli, dado que el funcionario manda mensajes a la sociedad de ser quien en realidad Gobierna, a tal grado que ha impuesto a funcionarios a conveniencia, entre otras la Fiscala General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, y los nuevos funcionarios del DIF Estatal; de Cuitláhuac, la visión que se tiene en el centro es que opera como una especie de “florero” ante el acelere de Cisneros Burgos que ha negociado con alcaldes, incluso, de oposición al Movimiento de Regeneración Nacional previendo una eventual salida de su jefe al gabinete federal en Diciembre, lo que le allanaría el camino a un mandato de cuatro años, suficientes para sus planes, a sabiendas que una elección constitucional en el 2024, simple y llanamente, no la gana, pues si algo comienza a cosechar este chivo en cristalería es animadversión social, algo que preocupa y en serio en el gabinete Federal, sobre todo a aquellos responsables de la política interna.
POR ELLO tras la propuesta a Cuitláhuac, desde una oficina de Palacio de Gobierno en Xalapa se fraguó una campaña de desprestigio contra el ex diputado Federal y local, ex alcalde xalapeño y empresario, Ricardo Ahued Bardahuil, actual titular de Aduanas, bajo la suposición de que era él quien estaba moviendo la cuna orquestando la renuncia de García Jiménez, lo que tomó desprevenido al caballeroso funcionario que ante los ataques decidió hablar con el Presidente Andrés Manuel López Obrador para deslindarse de la intención de sustituir a Cuitláhuac en la Gubernatura, y menos mediante un golpe de estado político como lo cuadraban los desesperados funcionarios de quienes se pidió la renuncia.
SE LLEGÓ a decir que Ahued Bardahuil iría de Secretario de Gobierno en lugar de Patrocinio Cisneros Burgos –que sería muy positivo ya que le daría congruencia al Gobierno-, y que en ese espacio esperaría hasta finales de este año desde donde saltaría a la Gubernatura sin necesidad de una desgastante elección por renuncia anticipada del mandatario, que es lo que desearía Eric Patrocinio Cisneros, y acaso ya no habrá sugerencia de renuncia, como se hizo a mediados del mes pasado sino una instrucción directa ante los riesgos que representa su presencia al frente de una instancia desde donde pone y quita de acuerdo a sus intereses, o negocia con los diputados locales, sobre todo con su aliado Juan Javier Gómez Cazarín, titular de la Junta de Coordinación Política, a quien, de acuerdo a sus cercanos, ya le propuso ser el futuro Secretario de Gobierno en caso de que se le haga la Gubernatura, aunque en realidad lo que busca ser Cazarín es diputado Federal o, incluso, alcalde de Coatzacoalcos.
POR ELLO no se duda que el golpeteo contra el Administrador General de Aduanas se intensifique a finales del mes en curso, sobre todo tras las reuniones y giras que sostendrá a partir del 25 de este mes en el puerto de Veracruz y otras APIs –si es que no hay cambios de última hora-, acompañado de Christopher Landau, quien desde el 12 de Agosto del año pasado juró protesta como Embajador de los Estados Unidos en México, y quien gusta de conocer lugares típicos, por lo que no sería ilógico observarlos en algunos puntos turísticos del puerto. Se desconoce si en las reuniones participará el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, aunque acaso se le corra la invitación por cortesía aun cuando no entiende ni un ápice en materia de comercio exterior o aduanas.
EN FIN, en Veracruz hay temores serios por el malestar que al menos los tres funcionarios de Salud, Educación y Gobierno –entre otros- han despertado en gran parte de los gobernados, lo que no abona a los planes de permanencia del Movimiento de Regeneración Nacional en el escenario político del Estado, muy a pesar del dinero que sigue regalando el Presidente López Obrador vía programas sociales clientelares electorales. La preocupación es seria, y si el Gobernador quiere demostrar lealtad al defender a sus funcionarios, estos no están siendo leales con el mandatario ya que hacen todo lo contrario para dar resultados y lograr el consenso de los gobernados en los contextos de sus respectivas áreas. Lo cierto es que más temprano que tarde, de seguir las cosas como van, los tres tendrán que irse, incluido el titular de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado. OPINA [email protected]
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