Nadie puede olvidar las risotadas de los jorocones del Equipo Político en Palacio de Gobierno, celebrando su noche mexicana mientras palmeaban la espalda del mayor ladrón que ha tenido Veracruz a los pocos minutos que habían golpeado a los maestros disidentes. Sólo irán a Misantla aquellos que confunden el agradecimiento con lo servil, irán aquellos que son cortos de memoria, o aquellos que tiene más grande la cobardía que la dignidad.
No se descarta que algunos maestros de reciente ingreso vayan a Misantla, algunos van por tener un falso sentido de pertenencia, otros más por la promesa de 12 puntos de escalafón. Sin embargo, cada quien es libre de tomar sus propias decisiones y, si alguno quiere gastar gasolina o pagar de su bolsa su pasaje a la Ciudad de los Venados este sábado que viene, es muy su problema. Sólo que al rato no se anden quejando de que sólo los están utilizando.