Ya lo habíamos señalado, si José Alfredo López Carreto no renunciaba a ser alcalde, nadie podría serlo más que él. Sin embargo, la mafia del poder en Veracruz, Congreso, Fiscalía y Poder Judicial comandados por Éric Cisneros se salieron con la suya. Ellos, con el poder que cargan, amagan, extorsionan, amenazan, brindan órdenes de aprehensión, mandan a sus ministeriales a hacer detenciones ilegales.
Todo esto sucede con la complacencia del gobernador de Veracruz, un pelele que cree que mirando desde lejos es ajeno a esa corrupción, a esa lamentable forma de gobernar un estado. La mafia del poder en Veracruz puede hacer lo que le plazca en el estado; todos estamos en peligro.