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Feminismo y Coronavirus

Jorge Flores Martínez / 

El problema era el gobierno y decidimos que la mejor solución era tener más gobierno.

Le doy vueltas al asunto y nomás no le encuentro, simplemente no hay forma de entender en qué momento López Obrador consideró que era buena estrategia pelearse con el 52% del padrón electoral. La operación cicatriz será muy difícil, larga y complicada, puede ser que no le alcance el tiempo y llegue al final de su sexenio sin poder hacer nada por mejorar su imagen con las mujeres.

Es muy pronto para poder tener una lectura definitiva, pero lo que vimos el 8 de marzo con la marcha de las mujeres y al otro día con el paro nacional, puede ser el inicio del final de su administración, y de aquí en adelante, solo se trate de ir conduciendo la caída lo mejor posible.

Es que, sumado al asunto de las mujeres, debemos considerar el golpe durísimo a la línea de flotación de toda la estrategia de la Cuarta Transformación que representó el conflicto petrolero entre los sauditas y los rusos, que de golpe tiraron el precio del barril mexicano a poco menos de 25 dólares y lanzaron el dólar arriba de los 21 pesos.

Los saudís tienen ya pleito con los rusos de hace unos años y no es precisamente por el precio o los cupos petroleros, se trata de Geopolítica de ligas mayores, los saudís quieren tirar a los ayatolas de Iran y dejar sin apoyo al dictador Sirio, que dicho sea de paso, están trabajando de la mano con los israelís para detener la influencia rusa en medio oriente y Golfo Pérsico.

El precio del petróleo iba a bajar y eso era un hecho, el coronavirus le ha pegado durísimo a China, que es el principal importador del mundo de hidrocarburos, que ha dejado millones de barriles disponibles en el mercado internacional por su menor consumo. Los sauditas solo apresuraron lo que venía y le ganan el mermado mercado a los rusos que, o le bajan más al ya bajo precio o pierden clientes.

Los gringos dieron su visto bueno a las acciones que emprendieron Arabia Saudita e Israel, a ellos les conviene un precio bajo en el petróleo, la reelección de Trump pasa por un votante que pague una gasolina más barata. La economía de EEUU puede resistir el golpe, o eso tienen calculado, y además se deshacen de una Rusia expansionista y unos iraníes conflictivos

A lo anterior, los mismos gringos saben que esto puede representar el golpe definitivo a la incomodidad que les representa Venezuela y Cuba en el continente. Estos países pueden no soportar las crisis del petróleo y del coronavirus.

En el caso de México, se tendrán que desmantelar los proyectos de la Cuarta Transformación, todo lo tenían agarrado con Pemex y ahora esta paraestatal estará a días de perder su grado de inversión y arrastrar así, al mismo grado de inversión soberano del país a la misma suerte.

En política no hay casualidades, en la política internacional mucho menos. Justo el día anterior a la caída de los precios petroleros, se reunieron en la Embajada de EEUU en nuestro país, los representantes de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, Holanda y España, para revisar las políticas energéticas emprendidas por López Obrador. Están apretando las tenazas y no las van a soltar. Les preocupa que en esta coyuntura de crisis internacional, México se sume al bloque Cuba-Venezuela.

Mientras tanto, el coronavirus marcará todo el 2020, el crecimiento de la economía global será menor, la actividad manufacturera, con todas la cadenas de producción se verán afectadas y los precios de las materias primas se irán al suelo. Nuestra economía tendrá una contracción seria y los recursos del gobierno se verán muy mermados.

El crecimiento cero del año pasado es completa responsabilidad de la 4t, la de este 2020 también, se trata de una crisis externa de la que debíamos estar mejor preparados, era inminente que ocurriera una caída de precios del petróleo, estos obedecen a ciclos, lo que no se podía prever con exactitud era el coronavirus, pero ya nos gastamos más de la mitad del ahorro de 20 años del fondo de contingencias en becas y en pagar bonos para cancelar un aeropuerto, así como desmantelar un sistema de salud sin tener el nuevo plenamente operativo.

No hay buenas noticias, será un año extraordinariamente complicado y no queda más que pedir que nuestro gobierno rectifique estrategias.

Para empezar, deben entender que las mujeres no son conservadoras sediciosas y el coronavirus no es fifí.

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