Se sabe que existe seria preocupación en la cúpula que lleva las riendas de la Sección 32 del SNTE en Veracruz. En esta ocasión, hay bastantes probabilidades de que pierdan ante una planilla disidente. Es cierto que el Reglamento de Elecciones de Directivas Seccionales está hecho a modo para favorecer a los candidatos oficialistas, y de que la cancha, el balón y hasta el mismo árbitro serán puestos por el Comité Ejecutivo Nacional, no obstante, tienen frente a ellos la afrenta de no haber defendido a los maestros ante la mal llamada Reforma Educativa.
Tienen en contra los actos de corrupción en su mismo seno y la apatía y desidia que mostraron para defender las conquistas laborales que le arrebató el Gobierno Federal. Es bien sabido que, en Veracruz, los beneficiarios directos sólo fueron los corifeos cercanos al Equipo Político de la familia Callejas. Resultó humillante y vergonzoso ver cómo se desplazaba a maestros y maestras que tenían todo el derecho a ser directores, supervisores o, a maestros que tenían años en lugares apartados y que eran relegados para dar paso a las consentidas de Juan Nicolás Callejas Roldán.
Los maestros han visto con malos ojos cómo las vacas sagradas del Equipo Político llenaron de horas a sus familiares y hasta sus segundos frentes con plazas de primer nivel. Por esas situaciones, tenga por seguro que esta vez el Equipo Político de la Sección 32 del SNTE se encuentra en la antesala de una derrota estrepitosa.
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