Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. «Jamás van a tener la comodidad de nuestro silencio», sentencia la activista Irinea Buendía Cortés, sobre el “minuto de silencio” que siguen empleando algunas personas e instituciones por los diez feminicidios ocurridos al día en el país.
La señora viste muy humilde. Los rasgos de descendencia indígena lucen en su rostro.
«En muchos lugares me han pedido un minuto de silencio por las mujeres asesinadas con violencia, jamás he permitido que eso se lleve a cabo en un lugar donde yo esté, porque ya fueron muchos siglos de que nosotras permanecimos en silencio», repite.
La defensora de los derechos de las mujeres eleva la voz para externar su hartazgo por los constantes crímenes que continúan ocurriendo en México y la impunidad que prevalece en muchos casos.
Su hija Mariana Lima Buendía tenía 29 años cuando fue asesinada por su esposo Julio César Hernández Ballinas, un policía ministerial.
La joven estuvo casada 18 meses, tiempo en que padeció todo tipo de violencia.
«A la tercera semana (de matrimonio) le puso su primer golpiza (su esposo) porque no le pareció cómo le hizo el jugo de naranja y el bistec, él dijo que su garganta estaba capacitada para saber que el jugo de naranja no tenía ni tenía tres claras», recuerda Irinea.
Mariana fue asesinada el 29 de junio de 2010. El sujeto había montado una escena para que todo pareciera un suicidio.
Sin embargo, Buendía Cortés se presentó al domicilio de su hija y constató que dicha versión era mentira.
Tras toparse con la corrupción e impunidad en el sistema judicial mexicano, en 2015, logró que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dictara la sentencia histórica “Mariana Lima Buendía”, el primer caso de feminicidio en el país, que había obligado a las autoridades a investigar con perspectiva de género.
La mujer reprueba que los gobiernos pretendan investigar los crímenes de mujeres como homicidios.
En su conferencia “Feminicidios: memoria, verdad y justicia sobre la sentencia Mariana Lima Buendía”, manifiesta que ninguna ley contempla que las muertes violentas de mujeres deban ser investigadas como homicidios.
«Los gobiernos continúan viendo los feminicidios como una mancha negra de sus administraciones y quieren llevar agua a su molino diciendo que ya no hay feminicidios».
Incluso, lamenta que el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, haya propuesto que dentro de la Fiscalía de los Estados los feminicidios sean tipificados como homicidios, bajo el argumento de que a los ministeriales les costaba trabajo acreditar las razones de género.
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