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Verónica Aguilera Tapia y Karime Macías, dos aves de rapiña; la mala suerte que ha tenido el DIF Estatal

Verónica Aguilera Tapia y Karime Macías Tubilla FOTO: WEB

Verónica Aguilera Tapia es una funcionaria que debió haber salido de la administración pública desde el 2019. Muy temprano el periodista Édgar Hernández estuvo documentando su avidez, su hambre de corrupción, su apetito de dinero. Lo grave es que ella era la directora de una institución muy sensible, por donde ya pasó otra ave de rapiña que también devoró las entrañas del DIF, nos referimos a «la que merece abundancia», Karime Macías, ex de Duarte. El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia se ocupa de poblaciones vulnerables como adultos mayores, menores de edad y personas de comunidades indígenas.

El dinero destinado para estas áreas debería ser sagrado. Que se roben la gasolina de las patrullas en SSP, como lo hace ahora; que se compren fritos y gansitos en Turismo y los cobren al erario público. Pero que le roben a los menores en situación de pobreza, a los adultos mayores y a las personas en comunidades de extrema pobreza, eso no tiene madre. Por ello, Verónica Aguilera y su “marido” Óscar Lara, quienes se quedaron con millones de pesos que no les pertenecen, son, igual que Karime Macías, unas aves de rapiña; el gobierno de Cuitláhuac García no debería tener ninguna consideración con ellos.

Estos buitres deberían ser exhibidos en su codicia, en su avidez y deberían ser ejemplo para que los administradores de Salud, SSP, SEV, Sedesol, Congreso y hasta el primo Eleazar Guerrero, le piensen dos veces antes de robar como están robando. Como ya hemos anotado, es tanto lo que se están robando, que pronto ya no van a tener manera de esconderlo.