Ellos le dijeron «que habían matado a la niña, yo les pregunté les dije, ¿hijos recibieron dinero?, ¿fue por dinero? Se quedaron callados y dijo la chica, ‘no fue por dinero’ y dije entonces ¿qué fue?, ¿por venganza hijos?, eso no se hace dios mío y me dijo la chica, ella no hablaba y les dije ¿quién fue quien la mató? Y él dijo, yo la agarré y ella le puso los cinturones».
Fue entonces que Giovana confesó que Mario Alberto «quería una niña para hacerla su novia para toda la vida, quería ‘un regalito’ si no iba agarrar a una de sus hijas y que no me iba dejar entrar hasta que no llegara yo con la niña y mis niñas estaban con él y yo fui por la niña, dijo ‘es que cuando vimos que ya la andaban buscándola, la matamos’». Fue entonces que la tía de Mario decidió entregarlos a las autoridades. Cuando los policías llegaron, la pareja de feminicidas intentó sobornar a los policías, por lo que los llevaron al ministerio público acusados de cohecho.