Pero, aun así, no buscaron a Vera Carrizal para que declarara y al menos negara su culpabilidad. Fue cuando el asunto se volvió del interés nacional que el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, dijo que no habría impunidad, sin embargo, nadie buscaba a Vera Carrizal. Cuando atraparon a los dos hombres que participaron en la agresión, sólo entonces empezó la búsqueda.
Vera Carrizal tuvo mucho tiempo para huir, para salir del país, para esconderse. Ahora, la Fiscalía de Oaxaca ofrece un millón de pesos por quien dé datos fidedignos para lograr su aprehensión. Dinero que se hubieran ahorrado si lo hubieran llamado desde un principio, o lo hubieran detenido después de la denuncia de la familia de María Elena Ríos.