Pero no, el evasor de la realidad prefiere cerrar los ojos y crearse una realidad alterna que lo conforte y que no lo haga ver tan estulto. Por ello, mientras la Cuenca del Papaloapan arde, el gobernador se va a bailar folclor con su fiscal espuria; porque eso sí hay que reconocerle al gobernador, le encanta el baile y quizá por ello a cada rato su secretario de Gobierno, su primo Eleazar Guerrero y sobre todo su favorito, el secretario de Educación, “Zenya”, a cada rato se lo llevan al baile.
Arde la Cuenca del Papaloapan, el crimen organizado sigue actuando a su antojo; los habitantes de esa zona viven entre el terror y el espanto. Todos están amenazados y ni la presencia de la Guardia Nacional les brinda tranquilidad. Pero el gobernador no está para eso, así como Nerón tocaba la lira mientras se incendiaba Roma, Cuitláhuac García baila La bamba mientras se incendia el sur de Veracruz.